La vida es corta y sabrosa. A todos nos pasa de vez en vez, alguna situación que pudiera catalogarse de “incómoda”, “molesta”, “difícil”...
En ese momento, el suceso quizás no es tan gracioso. Hoy les propongo aprender “por cabeza ajena” -difícil empresa-, a reirse conmigo, y que sea en el "stress free mode". Igual podemos compartir ilusiones y desilusiones; amores y desamores; poemas y prosas; canciones... o letanías. Mientras, en vez de existir, ¡vamos a vivir!
Visitas de hoy en adelante... "Cualquiera" no contó el primer millón
Un
banco muy popular en Puerto Rico desarrolló en el 1993, Especiales de Navidad: un
proyecto educativo con el propósito de recaudar dineros para la fundación que creó
para contribuir a la educación musical de jóvenes.
La
edición del 2011 se le dedicó a Tite Curet Alonso -un cantautor puertorriqueño
muy prolífico
Como
parte del concierto documental, se insertó pietaje de conciertos, así como
entrevistas y conversaciones con otros famosos. La que le hace Rubén Blades en
un barrio de Nueva York me pareció de particular interés. Hablando sobre la creación
de canciones dentro del género de los boleros, Curet Alonso le dijo al
cantautor panameño que los boleros se escriben
cuando el amor comienza, o cuando el amor termina. O sea que con de amor o
despecho; de amores o desamores; de andar por las nubes sonriéndole hasta a la
paredes, o de “corta-venas”.
Del
Especial “Sonó, Sonó”, incluyo una de las entrevistas a Cheo Feliciano como presentación,
y le sigue “Mi triste problema”, en la
voz del también puertorriqueño, Danny Rivera. ¿Cómo
sería tu bolero? ¿Qué título tendría?
“¡Alabada sea la tecnología! ...porque sin ella no podríamos disfrutar de este tipo
de maravilla floral. ¡Espero que les guste!” Así leía
un mensaje de correo electrónico que me envío una amada amiga desde Filadelfia.
Temí que fuera una de esas cadenas de
mensajes amenazantes que te advierten que la parte un rayo en caso de que no lo
reenvíes… ¡y decidí ponerme a riesgo! Entonces encontré un regalo que he
decidido compartir a manos llenas. Inicialmente hice lo mismo que mi amiga, y
lo reenvié a mis “especiales”. Pero al momento sentí que me arropaba una nube
de egoísmo y mezquindad. Lo colgué en féisbuc y le dí un tuit.
Tiene razón mi amiga al alabar la tecnología:
el multimedia que comparto acelera el hermoso y suave proceso de los pétalos en
proceso de florecer. ¿No es así como crecen nuestros hijos? ¿Como nos
desarrollamos, sanamos y perdonamos? Eso dice Cualquiera...
No por vagancia y sí por regalar a
todos los amigos fieles, a los no tan fieles; a los amigos de hace 3 años, a
los nuevos, y los que llegarán: ¡Buen Domingo! ¡Buena Semana! ¡Buen Siempre!
Antes
que todo, la palabra “huracán” llega directito de “Juracán”, el dios taíno de
los “hurricanes”, como dice el gringo.
Segundo
que casi todo, le podemos achacar la culpa de esos fenómenos naturales al Cabo
Verde, en África, donde se forman. Allá se forman. El Atlántico los cría, y
cuando llegan a las Sotaventos empiezan a enardecerse. Las aguas sensuales del
Mar Caribe los calientan, y se alborotan.
Por
lo regular, el punto geográfico donde los huracanes toman nombre, intensidad y
rumbo, es el litoral de Puerto Rico. La isla es el único lugar –que yo sepa-
donde se declara medio año como “Época de Huracanes”. Por lo regular, la
colonia americana aparece en el mapa meteorológico cuando los huracanes se
convierten en amenaza para Estados Unidos. Muchas veces ni siquiera abundan en
los estragos que causan en Republica Dominicana y Haití.
¿Cuba?
No existe en los noticiarios climatológicos, a menos que esté en la ruta de inminente
a amenaza a los Cayos, a Florida o Luisiana.
Ese
ha sido el caso de Isaac, la fuerte tormenta tropical –o “temporal”- que nos despeinó
a la vez que causó estragos con las lluvias esta semana. En CNN vimos varios reportajes de “pérdidas
cuantiosas” en la República Dominicana, Haití y Cuba. Sabemos en carne propia
que esas noticias se quedan cortas. Pero ahora, que amenaza suelo americano y
se responsabiliza por dilatar un día la Convención Republicana en Tampa… ahora se
habla de un poderoso Juracán… Digo, aumenta la intensidad de los vientos y su peligrosidad según se trasladan. Pero una tormenta tropical leve puede ser devastadora en Haití, donde miles de personas viven en casetas de acampar. Pero así
es la vida. Así son los “hurricanes”… que no son lo mismo que los “temporales”.
Acabo
de recibir este mensaje, y lo creo posible. Por eso lo comparto con la
debida advertencia: “¡Cuidai’to, Compay Gallo,
cuidai’to!”… Las
llamadas de los sorteos y los familiares en problemas económicos ya
pasaron de moda. Ahora salió una nueva modalidad, y hay que extremar
precauciones.
Definitivamente, no se puede confiar ni en nuestra sombra.
NUEVO E INTELIGENTE FRAUDE:
Si recibes una llamada telefónica y al otro lado del auricular te
dicen:
"Estamos llamando del Departamento de Seguridad de Visa (o de
cualquier otra tarjeta), me llamo Fulano de Tal y mi número de
identificación funcional es el 12460. ¿Usted compró (cualquier cosa,
entre más rara, mejor), en una tienda X por un valor de Y?
Lógicamente, la contestación es NO, a lo que sigue:
"Probablemente su tarjeta fue clonada y estamos llamando para
verificar su compra. Si lo confirmamos, estaremos descargando ésta
cantidad de su tarjeta.
"Antes de procesar éste crédito - continúa el presunto empleado
bancario - debo confirmar algunos datos: Su dirección es tal
(este dato es fácil de obtener a través del directorio
telefónico o por Internet)". Al usted dar una respuesta
afirmativa, el tipo continúa:
"Cualquier pregunta que tenga que hacer, deberá llamar al número 800
que se encuentra en la parte de atrás de su tarjeta y solicitar le
comuniquen con el Departamento de Seguridad. Por favor, tome nota del siguiente
número de reporte: 123456". En ese momento el estafador le dará
un número de 6 dígitos y solicita: "¿puede repetírmelo, por
favor ?".
Aquí es donde se inicia el fraude:
El tipo dice: "Disculpe, pero para hacer el descargo tenemos que
verificar la posesión de su tarjeta. Por favor, tome su tarjeta y déme su
número."
Una vez que Usted se lo dá, continúa:
"¡Correcto!. . Ahora de vuelta a su tarjeta y léame los
tres últimos números (o 4, dependiendo de la tarjeta)."
Esos son los números de seguridad (Pin Number) que se necesitan para
hacer compras vía Internet.
"¡CORRECTO! – continúa el estafador - Gracias
por colaborar ya que era necesario verificar que la tarjeta no estaba
extraviada o había sido robada, y que Usted la tiene en su poder.
¿Alguna duda? "
Al contestarle que NO, el ladrón agradece su colaboración, le desea un
bonito día y cuelga.
En menos de 10 minutos, una compra, o más, será hecha con su tarjeta
de crédito y usted sólo se dará cuenta cuando le llegue el estado de cuenta.
El rastreo de este tipo de llamadas es casi imposible de verificar y
la denuncia no prospera.
***En
caso de recibir este tipo de comunicación, diga al delincuente que
cuelgue porque Usted va a llamar al número 800 mencionado en la tarjeta y
que allí aclarará la situación.
Evita dejarte sorprender y envía esta información a familiares y amigos.
“Todo lo que usted quiera, sí señor, pero son las palabras las que cantan, las que suben y bajan…Me prosterno ante ellas…Las amo, las adhiero, las persigo, las muerdo, las derrito…Amo tanto las palabras…Las inesperadas…Las que glotonamente se esperan, se acechan, hasta que de pronto caen…Vocablos amados…Brillan como piedras de colores, saltan como platinados peces, son espuma, hilo , metal, rocío…Persigo algunas palabras…Son tan hermosas que las quiero poner todas en mi poema…Las agarro al vuelo, cuando van zumbando, y las atrapo, las limpio, las pelo, me [praparo] frente al plato, las siento cristalinas, vibrantes, ebúrneas, vegetales, aceitosas, como frutas, como algas, como ágatas, como aceitunas…Y entonces las revuelvo, las agito, me las bebo, me las zampo, las trituro, las emperejilo, las liberto…Las dejo como estalactitas en mi poema, como pedacitos de madera bruñida, como carbón, como restos de naufragio, regalos de la ola…Todo está en la palabra…Una idea entera se cambia porque una palabra se trasladó de sitio, o porque otra se sentó como una reinita adentro de una frase que no la esperaba y que le obedeció…Tienen sombra, transparencia, peso, plumas, pelos, tienen de todo lo que se les fue agregando de tanto rodar por el río, de tanto transmigrar de patria, de tanto ser raíces…
"Son antiquísimas y recientísimas…Viven en el féretro escondido y en la flor apenas comenzada…Qué buen idioma el mío, qué buena lengua heredamos de los conquistadores torvos…Estos andaban a zancadas por las tremendas cordilleras, por las Américas encrespadas, buscando patatas, butifarras, frijolitos, tabaco negro, oro, maíz, huevos fritos, con aquel apetito voraz que nunca más se ha visto en el mundo…Todo se lo tragaban, con religiones, pirámides, tribus, idolatrías iguales a las que ellos traían en sus grandes bolsas…Por donde pasaban quedaba arrasada la tierra…Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes…el idioma. Salimos perdiendo, Salimos ganando…Se llevaron el oro y nos dejaron el oro…Se lo llevaron todo y nos dejaron todo…Nos dejaron las palabras.”
Confieso que he vivido, Pablo Neruda, de Chile y el mundo
Nota de Cassiopeia: *en corchete… palabra de dudosa reputación en el texto de Internet; pero al fin de cuentas… “palabra”… rica y sabrosa palabra…
Le dedico esta entrada a tod@s l@s amig@s blogueros con quienes me veo en la necesidad de preguntarle consistentemente: “Y eso, ¿qué significa? También se la dedico a aquellos a quienes me he visto obligada a decirle: “Ni se te ocurra decir eso acá. Usamos la misma palabra, pero que no se te zafe en público”.
Mi Amigocha mexicana y yo pensamos hacer el “Diccionario de lo que no se dice”. Pero entonces, ¿Cómo lo decimos?
Nada, que voy a jaltalme un jugo de china y parcha, con unos piononos de jueyes, par de surullos rellenos de queso y pa’ terminal un chin de tembleque con un corta’o. Me monto en la guagua a las millas de chanflán y el que venga atrás y se enconche, que se muerda un codo. A estas alturas… a mí, plín. No me pueden culpar si me gustan los limbers de fresa. Por siaca piso todo con un pitorro antes de seguir con estas chocheras. Porque no voy a jugar a tumbame la pajita.
Aprendiz a fuerza de tropezones.
En la mitología, la madre insoportablemente orgullosa de Andrómeda.
En la vida real, soy una mujer de 56 años, que con la bendición del Cielo tiene el privilegio de ser la madre -insoportablemente orgullosa- de dos guapos hombrones de 26 y 22 años.
Para disfrutar verlos crecer, hace 13 años que insisto en Vivir -no existir- gozando cada minuto, cada latido y cada suspiro que le robo a todas las prognosis médicas tras un tumor cerebral "benigno" que me habita sin autorización desde el 1998. El tumor que nos cambió la vida como familia, no me permitió bailar con mis hijos en las fiestas de graduación, pero los ví desfilar, orgullosa de sus logros. No me permitió correr bicicleta con ellos, ni continuar mis desafíos al viento con juguetonas chiringas; pero los he visto hacerlo.
Con ellos -Mi Hijo Favorito de los Mayores, y Mi Hijo Favorito de los Menores- comparto el camino de la vida... insoportablemente feliz de la mano de mi esposo.
El vuelo hacia Houston
-
Hice el viaje a Houston con los nervios de punta. Al menor amago de
turbulencia, yo estaba segura de que había un terrorista en la cabina,
amenazando a l...
Temple, o Slime
-
Queridos Hijos Favoritos:
Existe una cosa que en español se llama "temple" y no significa ”templo”,
como pudiera ser en inglés.
Se trata de una especie ...
Punto y aparte
-
Terminamos por donde empezamos: con el mismo picaflor, pero con un punto y
aparte.
"Punto", porque este blog ya no va a tener razón de ser. Por lo que a ...