Visitas de hoy en adelante... "Cualquiera" no contó el primer millón

Entre nos...

viernes, 28 de agosto de 2009

Por rating y por bocón, en bikini "shaquin" pink

No hay quien despinte que el shocking pink bikini de la escultural mole es un truco publicitario para subir ratings del programa que no lleva ni dos semanas en ABC. Bonito monumento moviendo nalga a nalga en ritmo desigual y amorfo.

Los "medios noticiosos" catalogaron al jugador de los Cavaliers de Cleveland, Shaquille O'Neal, como un “amante de los desafíos y las apuestas”, y un “caballero que sabe perder”. ¿La razón? La mole O’Neal "retó" a las campeonas olímpicas de voleibol de playa, Misty May-Treanor y Kerri Walsh, en su programa “Shaq vs”, con quienes apostó a que ganaba el juego. Si O'Neal perdía, el castigo sería correr por la playa en un traje de baño rosa. ‘Shaq' se mostró muy confiado por poseer un físico "grande" que le ayudaría a detener los ataques de sus rivales.

Su supuesta estrategia "no funcionó" y las monarcas en Beijing 2008 demostraron mayor audacia e inteligencia para superar a "la torre", que aquí denominamos “la mole”.

Shaq no logró alcanzar un balón y enterró su rostro en la arena, en una clara señal de derrota y vergüenza para pagar su apuesta. O'Neal recibió su traje de baño color rosa, con su apodo impreso en la parte trasera.

Por razones visiblemente obvias, la prenda no pudo ser un G-string. No hubiera habido espacio para las letras... ¡a Cualquiera le sucede! Aclaro: "Cualquiera" que sea un payaso en busca de rating...

domingo, 23 de agosto de 2009

“Cuando vienes al mundo, lloras. Cuando mueres, el mundo calla." -Cecilia (cantautora española)

Eso parecería que pasó con ella. Pero el mundo no se silenció del todo aquél 2 de agosto de 1976 cuando una carreta de bueyes –invisible en la noche- se le cruzó al Seat 124, matrícula M-2342-AX. Cecilia regresaba de un exitoso concierto en la Sala Nova Olympia de Vigo. En el momento del accidente, la acompañaban sus tres músicos, dos de ellos se salvaron, pero desgraciadamente ella y el batería Carlos de la Iglesia murieron.

Hace 3 domingos se cumplieron 33 años de su fallecimiento. Hoy tendría 61 y salas llenas con Joan Manuel Serrat en España; Joan Báez y Carole King en Estados Unidos; y, con Pablo Milanés en Cuba. Estaría cantando con cantautoras más jóvenes como Rossana en España; y hasta con las más nuevas e igual de rebeldes como Julieta Venegas, en Estados Unidos, Bebé , en España; y Mima y Kany García, en Puerto Rico. Por supuesto, habría dado un conciertazo con Soraya.

Para que los más jóvenes conozcan a Cecilia, se Googlea o se Bingbinea colocando en los motores de búsqueda “Cecilia (cantautora española)”, o “Evangelina Sobredo Galanes”. De lo contrario, parecería que no quedó “Nada de Nada” de ella y mucho de otras Cecilias.

Afortunadamente, como recuerda Wikipedia, en 1991 se realizó una remasterización de una recopilación y en 1996 se editó un doble álbum con dúos de Cecilia con cantantes como Merche Corisco (que apenas había nacido cuando Cecilia murió), Miguel Bosé, Ana Belén, Manolo Tena y Julio Iglesias. Además, se logró recuperar "Desde que tú te has ido", una canción que dió título a esta colección de dúos, y que fue reconstruida y digitalizada desde una maqueta que grabó Cecilia como prueba sólo con su voz y guitarra.

Todavía quedamos admiradores que tarareamos sus canciones, recordándola con justicia, respeto y admiración. Así se la presentamos a nuestros hijos, como hizo la madre de Rafael Cerezo, el de Misifú y Zapirón.

Aún así, la cantan muchos, pero no la honran todos. Sin decir que la autora es Cecilia, quienes tampoco merecen que se les identifique, se han buscado aplausos con el “Ramito de violetas” y la “Dama, dama” de Cecilia, sin sentarse a meditar mucho sobre el “Amor a Medianoche”, entre otros éxitos. Pero "Nada de Nada"

Ya quisieran muchos “cantautores" que los cantaran, los honraran y los reconocieran en todas partes del mundo, aún Amy forzando el idioma ajeno. Eso, a Cualquiera, ld puede suceder... hasta en Japón. Pero no deja de ser un esfuerzo hermoso para los que todavía lloramos a Cecilia cuando la tarareamos...

Por fortuna, también hay jóvenes como Amaral, que la honran cuando la cantan y la reconocen al demostrar que no todo el mundo la calla después de muerta.

Cuando el pacto es de 2 gatos por cada perro

En el idioma gringo se le dice “cat lover” a la persona que le gustan los gatos, o es “amante de gatos”; que no es lo mismo que ser “EL”, o “LA” amante de un gato. La especificidad de la frase no sería importante a no ser que esa persona viva con un “amante de perros”.

Entre maullidos y ladridos es difícil amar. Y escuchar música... porque la “voz cantante” siempre la llevará el perro con su diferencial en decibeles.

En ese escenario, a Cualquiera que se le podría ocurrir llegar a un acuerdo no verbal con la pareja de que por cada perro, haya dos gatos. El ratio de 2:1 de cola a cola puede ser posible si el amante de los gatos le da comida al perro cuando el amante de los perros sale de viaje; o si el amante de los perros hace otro tanto cada vez que ocho patas y dos rabos le rozan los jeans mientras ronroneando, lo dirigen hacia la ruta del plato.

La negociación puede proveer una buena cantidad de años en una especie de tregua animal. Entonces, ¿si el perro muere de viejo, y durante el periodo de vida canina la población felina ha aumentado?

A Cualquiera le puede suceder. Ningún perro es eterno. Pero por esta vez pregunto yo: ¿alguna sugerencia para evitar que mi pariente más cercano aparezca con otro perro ya que yo insisto en quedarme con los 3 gatos? ¿Traerá un perro y medio para honrar el “ratio”? ¿Cómo decirle a Duende José, Cleo y Whiskey que enamoren a mi esposo? YouTube me dio una idea. Ahora me falta conseguir el piano.

(Foto por Cass)

miércoles, 19 de agosto de 2009

¡Oh Dios! ¿Dónde está mi menopausia?

Si algo me molesta hasta el tuétano (¿realmente algo nos puede afectar hasta el tuétano?) es que un hombre acuse a una mujer en edad reproductiva de ser “moody” por el PMS; o que acuse de menupáusica a una mujer mayor de 40. Pero si algo me molesta más... hasta las profundidades más profundas del tuétano ese, es que nosotras mismas justifiquemos lo que sea, con esas razones.

Debido a que ya no tengo PMS y me acerco a la menopausia, decidí afrontarla con decoro y hacer lo posible por no arrancarle la cabeza a nadie en un momento de “hot flashes”. Como soy consciente de mi malgeniado espíritu, no voy a caer en la trampita de responsabilizar mi reloj biológico cuando el termostato se me disloque.

Con valentía, y sabiendo de primera mano lo que habían superado a calor y frío varias compañeras de trabajo, comencé a apertrecharme del equipo de primeros auxilios que se supone que necesita una mujer menopáusica: abanicos.

Anticipándome al futuro -como el anuncio de Panasonic- compré varios abanicos eléctricos, que ubicaría en todas las localidades de la casa donde paso más de media hora seguida. De los abanicos de mano, compré 4. Especifico: abanicos “españoles”, hechos en China y que -aunque baratísimos- se venden a un 500% de lo que cuesta fabricarlos en masa. El quinto -genuino, con todo y ¡olé!- se lo regaló un amigo sevillano a mi amiga. Ella, viendo mi desespero preventivo, me lo pasó. Con eso ya tendría la cuota cubierta, uno para cada uno de los autos donde frecuento viajar: el mío, el de mi esposo, el de mi mejor amiga, el de mi hijo mayor y el de mi hijo menor. Adivinaron: soy una paticaliente que no calienta la casa. Obvio... no hay "hot flashes" que colaboren.

Mi mejor amiga, que a veces pienso que sufre demasiado por mí -y todavía le teme las reacciones que me puedan provocar los calentones propios de mi futura menopausua- ordenó por Internet 2 potecitos de homeopáticos (naturales, naturalmente, tal y cual es su naturaleza). Uno para su mamá y el otro... ¡para mí!

Para educarme, hice google-búsquedas casi diarias y acomodé los artículos en el Foulder de Favorites que en mi com-PUTA-dora lee “Menopausia.2005.Plus”

De eso ya van 4 años y todavía nada de los “hot flashes”. Expiraron los hemeopáticos. Los abanicos seudo españoles ya están maltrechos, ¡sin haberlos estrenado! Y nadie le puede adjudicar mis exabruptos de malhumor a los calores supuestamente propios de los post 50. Quizá al calentamiento global. Y eso... acá entre nos, a Cualquiera le sucede.

En lo que sigue fluyendo el calendario, el foulder de los Favorites será sustituido por uno que leerá “Andropausia.machos.cabríos”, en honor a los hombres -a quienes que no les da PMS- pero son víctimas de otros calentones, cuyos efectos... tampoco merecen justificación. Y punto (.).

sábado, 15 de agosto de 2009

Óbelix: desde hoy, considérate mi futuro ex novio

Ayer, tan pronto abrió el día, me llevé el primer golpetazo directo desde México. La compu me advirtió que mi novio Óbelix -mi guerrero galo, alto, sexy, gordo, bonachón y apestoso a jabalí- andaba con otra. ¡Qué fuerte! Enterarme de ésta forma. Hubiera preferido un chisme de la lengüilarga Karabella.

Pero nooooo... me tenía que enterar como más duele. En el silencio de mi biblioteca, en mi escritorio, googleando (ahora bingueo tambien) solita. Sin un hombro que me ofreciera consuelo.

Lo supe al ver el anuncio de la entrada que acababa de subir horas antes el blog Dime que leo. La ví. Los ví. Ella: altiva, coqueta -pero como gata en celo-, estrujándole el lunar de medio ganchete y con miraditas de cuarto menguante; reboso suelto, como para que se le cayera, y rodilla izquierda doblada suavemente, como si en cualquier momento se alistara para repetir los contorneos de Shakira, que ahora aúlla como loba.

Él, mi único repartidor de menhires, respirando corazoncitos de San Valentín... con otra. ¿Habrá heredado lo de picaflor de su padre Obelodalix? O, ¿será consecuencia del accidente que provocó que cayera al caldero de la poción mágica del druida Panoramix? Naaaaa, de eso no me quejo. La poción es lo que hace que tenga fuerza sobrehumana permanente.

Y yo, que tantas horas pasé con él, en la cama, en el sofá -¡hasta en el comedor!- siempre acompañada de alguno de mis hijos, a quienes les quise enseñar el secreto de las pociones de los druidas mientras leíamos juntos aventura tras aventura en decenas de tomos de los Asterix de Albert Uderzo. ¡Tantas tardes de domingo fantaseando con galos, vikingos, piratas, romanos, griegos y comerciantes fenicios! Y, ni hablar de Julio César, Napoleón y Cleopatra... ¡juntos y reveltos!

A Cualquiera le sucede, cuando la pareja de la amiga blogera es dibujante y ella insiste en enamorarse del mismo personaje. Me rindo. Para que sepa que soy buena perdedora, de hoy en adelante, Óbelix será mi futuro ex novio. Ella, que se resuelva con mi futura ex suegra Gelatina, que nada de suavecita que es. Y de despedida, que Ideafix le orine la chancleta que le dibujó su pariente más cercano. Él, que se las arregle con Uderzo.

Por mi parte, retiraré la colección de Asterix del cuarto de mi hijo mayor -ahora que va acomodando los libros de Derecho- y los que quedan en la habitación del menor, ahora que prioriza en Maquiavelo, contabilidad y empresarismo. ¿Yo? Me refugiaré la Isla Negra con Neruda.

viernes, 14 de agosto de 2009

El diccionario que me hace llorar (culpo la cebolla)

Si fuera candidata a un concurso de belleza y me preguntaran a quién me hubiera gustado conocer, no se me ocurriría mencionar a Papas ni a Presidentes; a estrellas del rock, ni a líderes sociales.

¡Qué suerte que no participo! No me quiero imaginar el desencajo -del carajo- de haber contestado que deliro por María Moliner cuando pienso en lo bello de las palabras. Cada una con su personalidad; sus sonidos, con sus sabores... y aromas. Porque las palabras suenan, saben y huelen desde que se piensan.

Gabriel García Márquez también soñaba con conocer “La mujer que escribió un diccionario”. Se quedó con las ganas, como yo. Pero no por no haber participado en un concurso de belleza. Bastante feo que es. La culpa fue de él mismo por haber perdido el olfato de periodista cuando le dijeron que ella tenía quebrantos de salud. A María Moliner se le fugó la vida antes que el colombiano regresara a Madrid.

Sin necesidad de verla en fotos sepia, me la imagino. La veo barajando palabras entre cuchillos y cebollas; entre candelabros de plata y vajillas de diario; sobre la mesa del comedor y en la tablilla entre dos sillas. La puedo ver pendiente de sus hijos, aunque sean ingenieros, arquitectos y maestra; la veo cazando palabras de los periódicos (de esas que por la licencia literaria que les da la prisa, se inventan los periodistas locos de atar).

Veo a María Moliner atendiendo flores sembradas en macetas. Estoy segura de que eran geranios y que las macetas eran de barro desnudo. También la veo diciéndole al Gabo, “cuando regreses, trae palabras nuevas de tu Macondo”.

De haberla conocido, hubiéramos hablado de nuestros hijos y de cómo destrozan las medias (para ella, “calcetines”); le hubiera preguntado por trucos caseros para hacer una españolísima sopa de cebolla. Pero también le hubiera preguntado por qué no incluyó en su “Diccionario de uso del español” todas “las malas palabras”. ¿Sería que no le quería dar “standing” frente a sus hijos? ¿Porque suenan feas? ¡Qué pena! Hubiéramos estado mejor educados para insultar mejor, y ¡ahora en CD!

Carajetes, Gabo, ¡mira lo que pasa por procastinar! Al fin de cuentas, la cebolla le duele a los ojos y se usa en infinidad de platos.

domingo, 9 de agosto de 2009

¡Ahhh los ringtones! ¡Ohhh los ringtones!

Si los ringtones de los teléfonos celulares reflejaran la personalidad de los dueños –como dirían los especialistas en el comportamiento humano- yo preferiría prójimo despersonalizado. Sin embargo, no está demás descubrir “el monstruo” que todos llevamos dentro, utilizando una herramienta tan pública como los sonidos que seleccionamos para que el teléfono nos avise la llamada de una u otra persona, un email, o un mensaje de texto. También se pueden usar melodías específicas para personas o grupos de la agenda de contactos. De esta manera tu celular suena diferente cuando llame alguno de ellos.

Las compañías ofrecen distintos sonidos para que los suscriptores seleccionen según su gusto. ¿Y si no les gusta ninguno? ¡Ja! Googlea con la palabra “ringtones”, que en 0.11 segundos tendrás un listado de 109,000,000 notas sobre el tema y miles de sitios para bajar gratis el sonido que quieras, ahora mayormente polifónicos.

Antes, cuando empezó la moda (ahora necesidad) de los teléfonos móviles (que no se mueven si no es con el dueño), se podían seleccionar ringtones monofónicos con facilidad y rapidez... y, sobre todo, sin ofrecer demasiadas claves.

En una oficina grande, donde todos los empleados reciben el mismo modelo corporativo, con las mismas claves y los mismos sonidos, es necesario “personalizar” los aparatitos para que cuando timbre uno, no se caiga en el chiste de que todos los empleados se rebusquen bolsillos y carteras pensado que la llamada es suya. Sin embargo, nada peor que la combinación de dos o más empleados graciositos para provocar un caos. Estuve presente la tarde en la que mas de 30 empleados recibimos unos aparatos que el día de hoy lucirían como los primeros walkie-talkie diseñados para guardabosques. Enormes, pesados y feos... pero en aquella época, ¡una novedad!

A mi vecino de escritorio se le ocurrió la genial idea de esperar a que todos los colegas seleccionaran cuidadosamente un ringtone; recopiló los números de todos y pacientemente les cambio las melodías con la ayuda de la página electrónica de la compañía que ya hoy no existe. En algunos casos, lo hizo con la santa mala intención que sólo desarrollan los capaces de grandes travesuras. Le puso tonos de música tropical a los más aburridos; música clásica a los alborotosos, y el tono de “Feliz Cumpleaños” al compañero casi centenario.

Para corroborar la travesura, hizo una llamada al del subalterno que tenía el timbre del supervisor. ¡Funcionó! El supervisor se buscó el bolsillo y frunció el ceño pensando que el subalterno se había burlado de él al violar el acuerdo verbal de “no dos ringtones iguales en una circunferencia de 6 escritorios”. El caos se formó cerca de la hora de la salida, cuando siempre entran las llamadas de los “parientes más cercanos” pidiendo “leche para el nene”, o preguntando “a qué hora llegas”.

Hoy, eso no puede volver a repetirse por varias razones. El autor intelectual y ejecutor de la travesura ahora es un editor que no puede dar mal ejemplo, aunque se muera de las ganas. Las compañías que ofrecen ringtones gratis exigen ciertas claves que te impiden hacerlo. Y la razón más importante: ya hay tantas y tantas opciones polifónicas que a menos que te emperres en poner la misma canción de Shakira porque te gusta su cadencioso contorneo y quisieras imitarla al primer timbrazo, no es necesario “personalizarlo a la des-semejanza” del de tu vecino.

Eso sí, cuando se trata de una canción bonita, que recién salta al Hit Parade”... no hay forma de pedirle al compañero que no la ponga. En esos casos que los dos agarren sus respectivos aparatitos, ahora chiquitos y discretos- y el que recibe, que conteste. ¡A Cualquiera le puede suceder!

miércoles, 5 de agosto de 2009

Rx: desnúdalos e imagínalos jugando Rayuela (receta instantánea contra el coraje)

El otro día me preguntaron que cómo era que mis molestias no duraban demasiado tiempo. De seguro que pensaban que soy bipolar. ¡Tristes ellos! Les conté... y estoy segura de que NUNCA me provocarán ni un ceño fruncido. ¡Ah! Tampoco examinarán mi botiquín...

Por supuesto que lo primero que hice fue reirme como una desquiciada del inocente interrogatorio. Tremenda sorpresa la que le esperaba al preguntón. La receta (Rx) parece una locura sacada de una revista, o más bien, de una película porno, y traída a la luz pública por una degenerada. Pero la verdad es que mi madre fue una generala -no una degenerada- que nunca permitió injusticias, mentiras, inuendos ni humillaciones.

“¡Ay Mi’ja! Que nada te provoque lágrimas, te robe el sueño, la paz y menísimos que te chupe esa la alegría tan tuya. Cuando alguien te trate de fastidiar la existencia, de molestarte, herirte, de humillarte, de lo que sea... sea quién sea... lo miras a los ojos, y después vas bajando la vista poquito a poquito, mirándolo(a) despacito. Ya cuando llegues a los pies, sabrás cómo se vería desnudo(a). Entonces, te lo (la) imaginas jugando a la Rayuela. En ese momento, ya contéstale como mejor te parezca porque te habrás calmado lo suficiente como para decirle lo que merezca. Luego date media vuelta, y los (las) dejas brincando como un mono pelado y desnudo... y San Seacabó”.

¡Qué madre!

Ahora bien, confieso que no siempre me da tiempo a hacerlo porque ya demasiada gente conoce mi receta instantánea contra el coraje (Rx anti shit); la dosificación (úsese cuantas veces sea necesario, antes, durante, o después de las comidas); así como los efectos secundarios (no produce mareos, más sí puede causar ataques de risa que pueden confundirse con locura crasa). Aquellos que saben, se dan media vuelta antes de que mis ojos verdes (agrandados como las ofertas de McDonalds) se claven en los suyos antes de recorrerles la figura. En microsegundos desaparecen de mi entorno antes de que yo los imagine jugando Rayuela.

Y eso, señoras y señores... a Cualquiera le puede suceder. A Cualquiera que intente chuparme la alegría. ¡No importa que sea hombre, mujer o animal! Felicidades a los demás... que como ustedes, ya conocen la Rx.


lunes, 3 de agosto de 2009

¿Show de nalgas, o competencias de natación?

La verdad es que no importa si a la pobre Flavia Zoccari la descalificaron porque se le rajó el traje de baño. El show que dio con las nalgas al aire fue de antología. Y ahora la italiana es famosa por tratar de cubrirse con la manito dos de las gracias que la genética le puso en la retaguardia.

A los varones también se le están rasgando (los bañadores). Véase el caso -digo, las nalgas- de Ricky Berens.

“Dan ganas de morderlas”, me dijo una amiga. Yo le aclaro que deben tener sabor a cloro y ser exageradamente duras (que no es lo mismo que firmes).

Además, pienso que más provecho se le puede sacar si se hace un calendario con las fotos de las nalgas de Flavia, Ricky y las de todos a quienes se le rajarán los bañadores “profesionales” en los próximos meses como un mecanismo de aumentar la fama. A no ser que se los competidores se acobarden por miedo a que los sancionen -como le pasó a Flavia, que de todas maneras llegó última- el verano de 2009 se podría recordar como uno de moonies para la fanaticada que no aplaude.

Lo que no sé es si a Cualquiera le sucede. De seguro que no, porque los espantosos trajes de baño que se están rajando por el fondillo cuestan entre $220 y $550 y no todos los Cualquiera de la vida podemos pagar esa cantidad por un adefesio que ni siquiera es sexy.

Entonces, ¿qué precio le ponemos a los calendarios?

(Foto de la Web... no iba yo a estar de ella retratándola...)

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