El tema del suicidio no es precisamente de mi agrado. Sin embargo, hace dos martes tuve que asegurarle a mi familia que no me estaba suicidando.
Explico rápidamente: tras un aumento vertiginoso en la incidencia de convulsiones que padezco hace 12 años por culpa de un Intruso, hubo que aumentar las dosis de los medicamentos. Problema: para no tomarme tantas pastillitas de 5mgr, ni de 10mgr, me recetaron unas de 200mgr. Para llegar a las nuevas dosis, tenía que picar a la mitad las de 200 y tomarla tres veces al día, combinadas con otras cantidades de las de 10mgr.
Situación: me enredé en una agria discusión con mi esposo relacionada con un tema que ni recuerdo... ni importa... Error: estaba contestando mensajes y justamente había hecho un paréntesis para tomar las nuevas dosis de anticonvulsivos
Escenario: mi mesa de trabajo, en la biblioteca de la casa. Utilería: la pc sobre dos escritorio en forma de L con tope de cristal. Cierra el telón.
Abre el telón. Tiempo transcurrido: una hora después. ¡Acción! Mi cabeza se desploma sobre el escritorio con tope de cristal. Amortigua el golpe una libreta abierta. Diálogo:
-“Mi amor”, (¡Ahhh, ahora es “mi amor”! Muy bonita, después de una pataleta, ¿verdad?),
-“Creo que me tomé una sobredosis de medicamentos hace una hora. No puedo ni con el culo. Llévame a la cama que me siento mal”
Y, ¿qué hizo el maridito a quien le habían armado la perreta? Llevar a la primerísima actriz al aposento matrimonial como si fuera un saco de papas. Un pesadísimo saco de papas que se sentía como un saco de piedras. Afortunadamente nuestro hijo mayor –el favorito de los mayores- aún no había salido a la universidad y pudo ayudar a acomodarme en la cama. Esposo e hijo me preguntaban si sabía lo que pasaba y lo que sentía mientras yo volaba los ojos en blanco.
-“Me tomé más pastillas de la cuenta. Pero fue una equivocación, lo juro. No me estaba suicidando. No me suicidé, ¿verdad? Yo no me quiero suicidar. ¡Pero no me lleven al hospital!”
Mientras balbuceaba esas líneas y sin fuerzas para mover un dedo, el diálogo se interrumpía con bocanadas de risas incontrolables.
-“¡Juaaa, ja,ja, jajajajajaaaaa!”
-“Máma, ¿qué sientes? Ay Máma, si estás riéndose como yo cuando me emborracho”
-“Y te emborrrrrrachassss muuuchoooo, mijito?”
-“Nooo, pero esas pocas veces hago lo mismo que tú”.
-¿El ridículo? ¡Juaaa, ja,ja, jajajajajaaaaa! ¡Al hospital no! ¡Al hospital no!” Esas últimas líneas eran mi argumento repetido, pero combinado con la risería. Sabía que de ir a una Sala de Emergencias, los médicos redactan un informe. Y como parte del protocolo avisan a la policía, que a su vez, lo incluye en el libro de incidencias, que pasa a manos de la prensa que cubre las notas policíacas...
-"¡Nooooo! No me estaba suicidando. ¡Juaaa, ja,ja, jajajajajaaaaa! No me suicidé. No me quiero suicidar. ¡No me lleven al hospital! ¡Juaaa, ja,ja, jajajajajaaaaa! No me suicidé".
Si están leyendo éstas líneas, obviamente no me suicidé, pero sí aprendí las “Lecciones del martes 30 de marzo”:
1. no pelear cuando me voy a tomar los anticonvulsivos
2. dejar escrita una carta que jure que no me suicidé, con instrucciones expresas de que lean mis blogs para que confirmen que me gusta vivir
3. marcar con asteriscos... ésta entrada que explica que me puedo despistar porque soy muy peleona
4. dejar de comer helado de chocolate todas las noches para rebajar de peso y que no me carguen como un saco de papas y me sientan como un saco de piedras
5. asegurarme que la mayor cantidad de personas lo sepan y que la lección sea para todos, porque esta equivocación... a Cualquiera le sucede, especialmente si tiene que conVivir con un Intruso.
Como nota al calce, sigo convulsando. Ahora tengo pánico de que me aumenten la dosis y pase el resto de abril haciendo el ridículo con un interminable ¡Juaaa, ja,ja, jajajajajaaaaa!
(Foto x Cass... por equivocación, no se incluyó en la foto las pastillitas de 5mgr ni las de 10)
16 comentarios:
Buen relato, hasta parece real. jajajajajajajaja.
Saludos cordiales,
un abrazo.
Jooo,pero buenooo.Te dejo sola unos dias y mira la que preparas,jejeje.
Cuando uno hace algo impoprtante no debe desviar la atención.
Muchos besos y cuidate mucho
No Cassi, mira: sé que no te quieres suicidar ¡pero no lo vayas a hacer por error!
Yo soy absolutamente anti-medicamento, así como soy absolutamente anti-clerical.
La cercanía con drogas es como quien juega con armas, en cualquier momento se dispara un tiro por la culata.
Me han enseñado a hacer un ejercicio. Te cuento:
Te sientas cómoda y relajada, con los brazos colgando, inspiras, cierras los puños y piensas “cien”, abres las manos y sientes como sale por las yemas de tus dedos la energía negativa.
Inicias una cuenta descendente hasta llegar a cero, cuando llegas a cero piensas: ahora haré todo relajada y cuentas hasta 5.
Luego puedes seguir con tus cosas y tomarte las pastillas, no te equivocarás en la dosis.
Beso
Dale mas datos a las autoridades civiles, que yo certificaré que no eres suicida =)
(Pero ten cuidado con tu medicina ok??)
Mira como se ve que Pluma no te conoce amiga,¡claro que es real!!!y te aseguro TU NO QUIERES SUICIDARTE!!!besos mil
Tu grito me recordó uno mío relacionado no con medicamentos, sino con alcohol. El mío decía "Los calzones noooo!!!" cuando me querían meter a bañar para bajarme tremenda borrachera.
Si lo piensas... es un tanto parecido el asunto.
Tan peligrosas una cosa como la otra.
Ojalá no te vuelva a pasar, porque efectivamente a cualquiera le sucede.
Yo algunas veces con las pastillas soy despistada, pero como al igual que tu no me quiero suicidar, prefiero tomar de menos.
Un beso
jahajjajajaj que padre.. yo tmb quiero de esas pastillas que divertido se leyo =P jajaj
Cassioooo, cuidado muchachita, sin errores por favor!
jajajaj!!! me imagino la escena...!
Me parece que lo de Pluma es una pequeña ironía...
Un abrazotote de luz mujer, Mirta
Hermanita!
Ni quiero volver a leer esto, oiste???Bueno!
Mira mi nuevo blogue cielito!!
http://osdiasdaflororquidea.blogspot.com
Besos
Tu hermana Flor
ahh que gracioso, pero debes tener cuidado con los medicamentos, asi que tranquilita cuando te tomes las medicinas asi no hay necesidad de dejar claro que no es suicidio!
Como dice tu blog, a cualquiera le puede suceder...
Ya te tengo fichada y de ahora en adelante te seguire los pasos.
Un abrazo!
Buen relato Casiopeia. Parece talmente sacado de la realidad... Divertido. (Y pienso cuántos suicidas no lo eran y les pasó algo parecido).
Alegre cuento, amiga. Un beso y feliz semana.
Buen relato?
Y suerte que lo pude escribir... aunque casi muero en el intento!
Un abrazote.
Suuuuuuuuuuusy!!!!!
No me abandones otra vez.
Eres una de mis luces mañaneras. Aunque postees en tu noche, te leo durante mi mañana.
No es para recriminarte, pero si hubiera leído uno de tus chistes, quizá no le hubiera formado la Bronca de las Siete Suelas a mi Pariente Más Cercano.
Besos
Cassiopeia, amo tu espiritu. Eres grande, grande, te amo.
Publicar un comentario