¿Alguien conoce a alguna mujer que diga que sus hijos (los mismos que estuvieron guardaditos en su vientre durante 9 meses), son adoptados? ¿No? Pues de hoy en adelante, diga que sí. Soy yo. Yo, me, myself...
Tengo fotos de mis dos embarazos, de los bebecitos recién nacidos, y de cuando los lactaba. Para asegurar que son míos, me faltaría la prueba de DNA, pero no es necesario porque el parecido que tienen con mi esposo y conmigo lo garantizaría al 99.1%... igual que las pruebas de DNA.
Para contarles de cómo adopté a los hijos de mis entrañas, les tengo que decir que hace 12 años visito consistentemente las oficinas de neurólogos. Entonces, mi hijo mayor –el favorito de los mayores- tenía 12 años. El no sabía lo que me pasaba. Sólo que yo padecía de muchos dolores de cabeza y que cuando me tenía que acompañar a una oficina médica, debía quedarse quietecito leyendo en lo que Mamá salía (casi siempre con los ojos rojos y mojaditos).
Como paréntesis necesario, les tengo que contar también que entre los pacientes que frecuentamos las oficinas de los neurólogos, van personas que han perdido muchas de las características que nos identifican como humanos sociables. Entre esas personas, hay algunas que han perdido inhibiciones, piensan boberas, ¡y las dicen!
Pues sentaditas, tranquilas, hablando en susurros y esperando mi turno estábamos mi hermana y yo... con MI primogénito. Entonces, a una de esas personas que también esperaban por el médico se le ocurrió decir “out of the blue sky” lo bonito que era mi hijo “adoptado”. Por supuesto que el muchachito, “de 12 años, pero pronto a cumplir 24”, hizo despliegue de su madurez. Levantó los ojos del libro. Miró a la señora, nos miró a mi hermana y a mí... y siguió leyendo. Yo cometí el error de decirle muy cortésmente a la doñita que el niño era mi hijo de mis entrañas, pero a ella le dio un arrebato de intolerancia y me gritó que era adoptado. No recuerdo si le pasé la mano por el brazo a mi muchachito, el que tanto trabajo me dio tener y le besé la mano, o si le besé la cabeza. Solo recuerdo la intervención sutil de mi hermana... que no recuerdo que dijo, y que me llamaron a pasar.
Al día de hoy, no sé si la secretaria me llamó para evitar un motín a bordo, o porque era mi turno. En casa, se lo comentamos al padre biológico de la criatura... y lo alcanzó a escuchar mi otro hijo biológico, el favorito de los menores, que al momento tenía 8 años. ¡Se puso furioso! Sus reclamos no se hicieron esperar. “¿Y yo? ¿Yo no soy adoptado?”
“Mi amor, ninguno es adoptado, es que la señora no estaba bien y dejamos que lo dijera para no incomodarla”, le dije asumiendo la paciencia que no me caracteriza.
“¡Yo quiero ser adoptado como mi hermano! Si a él lo encontraron en una canasta, ¿dónde me encontraron a mí? ¡Díganme!”. Los reclamos del enano ya estaban agotando la serenidad de la familia.
“¡Pues en un zafacón!”, le gritó el hermano mayor.
“¿Ven? Se lo dije. Yo también soy adoptado. De seguro que me encontró Oscar el Gruñón, y me trajo acá”, dijo refiriéndose el personaje come basura que vive en un zafacón de Plaza Sésamo.
24 comentarios:
Hay Cassio querida, que historia ,la verdad que esa señora habia perdido la oportunidad de callarse la boca,y dime como van los adoptados?jajaja,beso dominguero
Señorita Cassiopea! gracias por visitar y por destruir mis ilusiones de trotamundos (jajaja)
le dejo un abrazo fuerte, fuerte! :)
De verdad que no le pasa a todos. jajaja. el mismo hijo quiso ser adoptado.
Simpático relato. Saludos cordiales,
Hasta pronto, un abrazo
jajajja asi somos todos los hijos por lo visto.. jamás queremos tener o ser diferentes que nuestros hermanos y más que por envidia es por ese sentido de pertenencia que queremos tener y mantener a toda costas con lo que más amamos; nuestra familia. Besos
Me encantó Cassio!
Que bueno eso de adoptar a nuestros hijos...
Es una hermosa oportunidad de volver a elegirlos.
Gracias a que te pasó hoy lo podemos compartir...
Un besote a tus hijos.(y resto de la flía, adoptada, desde ya).
Un fuerte abrazo de luz, Mirta
Segurito, además de aprender sus orígenes, jeje... aprendieron cosas como la paciencia y la tolerancia. Bueno, al menos eventualmente.
que risa! jamas pense que alguien quisiera, mejor dicho exigiera ser adoptado xD
que lindura! y de que son adoptados no hay duda =D
fiaris,
Es difícil explicarte las condiciones de muchos de los pacientes que vamos a neurólogos. Hay muchas personas con demencia senil, Alzheimer y otras condiciones que los convierten en "personajes" sin inhibiciones y con una "creatividad morbosa". Da lástima ver las vergüenzas que pasan los hijos o los cuidadores que los llevan.
Sobre los adoptados... ni te digo el ataque de risa/tristeza que nos da cuando lo recordamos. Al menos me servió de "materia de enseñanza" sobre la adopción, la paternidad, y un montonón de otros conceptos que para los niños pueden ser abstractos.
Los muchachos están súper bien, gracias a Dios y a la Virgencita. Encaminados. Estudiando. Laboriosos. Amorosos... son los mejores hijos del mundo (un privilegio que me los haya prestado el Cielo).
Besos
miss eccetera,
Naaaaa!
Eso no es verdad. Jajaja
Te correspondo los abrazos salpicados de cariño.
Aída,
Afortunadamente no le pasa a todos! La suerte fue que el chiquito no protestara el zafacón (bote de basura) y que hubiera querido ser adoptado de otra canastita... para seguir siendo hermano de su hermano.
Los muchachos...
Suerte que no me dijo que hubiera querido otra mamá... que no se enfermara. Me muero!
Ministry...
Bien sabes que no es cosa fácil tener 2 varones...
Yo también me gradué de paciencia y tolerancia.
socias,
Parte de ser hermanos es eso: querer o competir por las mismas dosis de amor, de atención, de juguetes... y en este caso... jajaja!
Todavía nos reímos sin control...
Besos
De paso, para saludarte, esperando que te encuentres bien...
Mil cariños.
Cuidate!!
Jajajaja!!
Así son (somos) los hermanos menos. Lo que uno tiene el otro lo necesita a morir!!
Áquí en casa siempre bromeamos con eso... el que comete algun error es adoptado. Y que tiempo estos. Antes, decir esa paabra era inpensable!!
Un beso, te sigo leyendo.
saqysay: gracias por darte un saltito por acá... el cariño... es mutuo!
Besos
Mayricienta,
Yo, que soy hermana mayor de 6, sé lo que dices... con el agravante de que somos multicolores (ojos negros, hazel, verdes, miel). ;D
Un abrazote que valga por mil.
Ja Ja.
Que señora desubicada.
Me traes a la memoria... un dia llendo en omnibus con dos de ellos y el otro en dulce espera el guarda los mira y dice que preciosos que son!!!
no son suyos no???
bueno tienen un parecido...es su tía???
La verdad que me quede pensando....acaso me llamo fea???
ja ja!!!
Cariños
Parece que tenemos para hacer un "Swinger de Madres... jajaja"
Algunos comentarios son para llorar de la risa... y otros para llorar de la pena.
Estando embarazada de mi segundo milagro, una señora que sabía que yo había perdido 4 me preguntó a boca de jarro en un salón enorme donde trabajábamos: "Y éste, ya no lo pierdes?"
Ay Abu... ahora que lo digo, no es mala idea: hacer un blog colectivo de cuentos/xperiencias de nuestros Capítulos maternales.
Qué tal?
Tiro la propuesta? Te animas?
Jajaja, Cassiopeia, me ha dado mucha risa la situación, en especial imaginar a tu pequeño reclamando su derecho de ser también adoptado. Los niños son inigualables!
Besitos,
Ay Soñadora!
Tanto trabajo que me dió tenerlos para después adoptarlos!
Al mayor, ni le importó... pero la exigencia del chiquito... te puede imaginar cuánto nos reímos después.
Jajajajaj hay que señora tan metiche!! pues!!
Mis hermanos tambien me molestaban decian que eramos adoptados, el mayor decia que mi hermano el de enmedio llego a la casa y me traia a mi en una canasta pidiendo que nso adoptara U.U jajajaj o que nos habian encontrado en le mercaso y cosas asi.
Un saludo!!!!
Eli!!!!!!!!!
Como será que uno de tus hermanos te llevó en una canasta?
Cuántos años te lleva?
Jajaja!
Los niños son así, el también quería ser adoptado para ser como su hermano, gracias por pasar por mi blog, te deseo un feliz fin de semana
Son así! Y qué bueno. El chiquito ama tanto a su hermano que quería ser como él... llegar en una canastita igual, de la misma mamá, aunque no los hubiera querido cuidar.
El "problema" surgió con el respuestón del hermano... no se esperaba lo del zafacón... pero nosotros tampoco!
Besos
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