Bolsas, bolsas, bolsas, bolsas, bolsas, bolsas, bolsas... y más bolsas.
¡Una bolsa estaría bien!
Recuerdo perfectamente los "brown bags" que le antecedieron.
Conocimos las bolsas plásticas en la década del 70. Trato de recordar la primera que tuve en mis manos, y no puedo. No dudo en que lo que hoy es un objeto cotidiano, constituye una forma barata de publicidad para las tiendas que las distribuyen. Hechas de polietileno de baja densidad, polietileno lineal, polietileno de alta densidad, o de polipropileno, ninguno de estos “polis” son biodegradables. Más bien, ni siquiera son agradables.
Fuentes de información de dudosa reputación indican que anualmente, circulan entre 500 mil millones y un billón a través del mundo con distintas personalidades.
Si es para transportar mercancías desde el supermercado por ejemplo, se denomina bolsa de “tipo camiseta”, por la forma de las asas. Por lo regular, es una bolsa económica y con poco material, hecha de Polietileno de Alta Densidad. Otro tipo de bolsa de plástico es la usada para se envasan alimentos altamente higroscópicos, como harina, galletas o pasta. Éstas tienen una laminación de Polipropileno que permite proteger los alimentos de la humedad. Otros tipos de bolsa protegen de la acción del oxígeno en los alimentos altamente sensibles, como la carne roja, alimentos con alto contenido de grasas, etc. Hay bolsas de plástico para líquidos, ya sean bebidas, leche, hasta productos como mayonesa, mermeladas, jarabes para refresco, jugos de frutas, y salsas, con la tecnología del Bag-in-Box.
Para mí, de las más cochinas son las bolsas de plástico especiales para cocer dentro de ellas los alimentos, o Boil-in-Bag, donde se envasa el alimento crudo o semicocido. Más asquerosas son las que se usan para la cocción en microonda. Estoy segura que ambas envenenan los alimentos con carcinógenos.
Existen también bolsas de plástico adecuadas para proteger alimentos empacados al alto vacío. ¡Y las Zip-Lock! Confieso que son mis favoritas, y las únicas que pudieran provocarme un síndrome de retirada.
Las bolsas contaminan mucho, y en el mar, son las principales asesinas de los ingenuos animales marinos que las confunden con medusas sin planchar y moribundas, o con plankton gigante.
Aparecieron en los 70. En los 80 aprendimos a “reusarlas” en los zafacones de baños y despachos. En los 90 ya no sabíamos qué hacer con ellas, hasta que por fin, se han intensificado las campañas de para promover su sustitución en todas las esquinas del planeta que ya no aguanta más.
Esta mañana encontré que en un almacén de alimentos ya eliminaron las bolsas plásticas, y que en su lugar, había bolsas “green”... a $2 cada una. Llegaron tarde a mi vida porque ya yo tengo mi propio surtido de lona, de tela de jeans... y de las "green" que hasta hace poco costaban $1.
De todas formas... ¡Enhorabuena para las empresas que dejan de regalarnos basura de Polietileno, y de paso se ganan $1.95 por cada bolsa green hecha en Taiwan por 5 centavos.
Porque la verdad es que aunque las "embolsemos" una a una dentro de otra, y le demos otro uso, siempre irán a parar a la basura y seguiríamos contaminando igual. El nuevo problema es: ¿cómo vamos a forrar los zafacones de baños? ¿Con las "green"? Seamos honestos: a Cualquiera le preocupa. ¿O no?
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