El otro día me preguntaron que cómo era que mis molestias no duraban demasiado tiempo. De seguro que pensaban que soy bipolar. ¡Tristes ellos! Les conté... y estoy segura de que NUNCA me provocarán ni un ceño fruncido. ¡Ah! Tampoco examinarán mi botiquín...
Por supuesto que lo primero que hice fue reirme como una desquiciada del inocente interrogatorio. Tremenda sorpresa la que le esperaba al preguntón. La receta (Rx) parece una locura sacada de una revista, o más bien, de una película porno, y traída a la luz pública por una degenerada. Pero la verdad es que mi madre fue una generala -no una degenerada- que nunca permitió injusticias, mentiras, inuendos ni humillaciones.
“¡Ay Mi’ja! Que nada te provoque lágrimas, te robe el sueño, la paz y menísimos que te chupe esa la alegría tan tuya. Cuando alguien te trate de fastidiar la existencia, de molestarte, herirte, de humillarte, de lo que sea... sea quién sea... lo miras a los ojos, y después vas bajando la vista poquito a poquito, mirándolo(a) despacito. Ya cuando llegues a los pies, sabrás cómo se vería desnudo(a). Entonces, te lo (la) imaginas jugando a la Rayuela. En ese momento, ya contéstale como mejor te parezca porque te habrás calmado lo suficiente como para decirle lo que merezca. Luego date media vuelta, y los (las) dejas brincando como un mono pelado y desnudo... y San Seacabó”.
¡Qué madre!
Ahora bien, confieso que no siempre me da tiempo a hacerlo porque ya demasiada gente conoce mi receta instantánea contra el coraje (Rx anti shit); la dosificación (úsese cuantas veces sea necesario, antes, durante, o después de las comidas); así como los efectos secundarios (no produce mareos, más sí puede causar ataques de risa que pueden confundirse con locura crasa). Aquellos que saben, se dan media vuelta antes de que mis ojos verdes (agrandados como las ofertas de McDonalds) se claven en los suyos antes de recorrerles la figura. En microsegundos desaparecen de mi entorno antes de que yo los imagine jugando Rayuela.
Y eso, señoras y señores... a Cualquiera le puede suceder. A Cualquiera que intente chuparme la alegría. ¡No importa que sea hombre, mujer o animal! Felicidades a los demás... que como ustedes, ya conocen la Rx.
4 comentarios:
Ojalá me funcionara alguno de los dos consejos, porque ya me hasta me duelen los ojos de tanto que frunco el ceño
Paciencia, paciencia... vamos a pedirle trucos a Harry Potter y a Hermione.
Este consejo es muy bueno. (:
Voy a tratar de recordarlo para la próxima que me enoje.
Con cuidado... puede ser arriesgado...
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